Amelia la loca, teorizaba ideas metafísicas y filosóficas que
mezclaba con plantas medicinales y wiski sin soda. Se la pasaba espantando
palomas a los gritos con su “ser o no ser” “ , ”mentira – verdad”; peleaba con
las moscas, les contaba del socialismo a las hormigas, liberaba mariposas. Un
día de esos que parecen noche, subió hasta la cúpula de la catedral del
silencio, y se largó. Sí, sin protocolo. Un hilo rojo hilvanó sus ultimas
palabras, “es mentira, lo gatos no caen de pie”, sonrió.-
Es muy potente este relato breve. Muy lindo
ResponderEliminarEs muy potente este relato breve. Muy lindo
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